Cada día pueden surgir inconvenientes y problemas legales que presentan dificultades para ser resueltos personalmente. Para todas estas cuestiones legales, desde el asesoramiento hasta los propios procesos, están los seguros de Defensa Jurídica. Una cobertura que incluyen en su cartera de servicios algunas pólizas de Coche u Hogar, entre otras, pero que además puede ser contratada de manera independiente para una atención más completa.
Las pólizas de Defensa Jurídica tienen la finalidad de salvaguardar el interés del asegurado ante los problemas con los que se pueda enfrentar y que lesionen sus bienes o derechos. La cobertura principal es la de sufragar los gastos generados a las personas incluidas en la póliza, tanto en los procesos iniciados para hacer una reclamación como para defenderlos. Por eso, ante procesos administrativos, judiciales o reclamaciones, entre otros, si se tiene contratada una póliza de este tipo un experto se encarga de asesorar al usuario, reclamar en su nombre y perseguir que sea compensado por el daño ocasionado.
De este modo, el usuario tiene respaldo jurídico sin tener que hacer frente a los altos costes que éste suele precisar, ya que la cobertura puede incluir los gastos del abogado, las tasas, las costas judiciales, el notario e incluso la fianza en procesos penales.
Las coberturas que pueden incluir este tipo de seguros dependen de la aseguradora y del producto concreto a la hora de suscribirla. Sin embargo, por ley los seguros específicos de Defensa Jurídica garantizan como mínimo:
- Libre elección de abogado y procurador: el asegurado tiene derecho a elegir su propio abogado y procurador. El proceso de designación está señalado en la propia póliza y la condición es que el profesional pueda ejercer la jurisdicción en el lugar donde se desarrolla el procedimiento cubierto.
- Defensa independiente de la aseguradora: además, el texto también señala que el abogado o procurador puede resolver el litigio “sin depender de instrucciones del asegurador”.
- Honorarios de los profesionales: la aseguradora abona los honorarios de los profesionales, pero en la póliza puede indicarse una cuantía máxima al respecto, a partir de la cual la diferencia será pagada por el propio asegurado.
- Gastos urgentes: la compañía abona los honorarios derivados de las intervenciones de letrados y procuradores en los casos que tienen carácter de urgencia. Esta cuantía también puede tener límites.
- Apelaciones, recursos y transacciones: la póliza establece cuándo es posible apelar, presentar un recurso o una transacción y debe reconocer el derecho del asegurado al reembolso de los gastos de los procesos efectuados en discrepancia con la entidad aseguradora cuando se obtenga un resultado más beneficioso.
Las coberturas que se pueden contratar son:
- Asesoramiento jurídico telefónico: posibilidad de realizar consultas de manera inmediata telefónicamente a abogados expertos en la materia de consulta. Puede aplicarse al ámbito de la vivienda, para cuestiones de compraventa, alquiler, problemas con la comunidad de propietarios, obras en el domicilio u otros asuntos. En el entorno familiar para consultas sobre matrimonio, divorcios, herencias u otros supuesto. Y también para reclamaciones, dudas sobre el impuesto sobre la renta o asuntos penales y cuestiones relacionadas con el automóvil.
- Asistencia presencial: consejo y asesoramiento presencial con un abogado especializado.
- Vigilancia en boletines: seguimiento de los boletines oficiales y otros sistemas por parte de la aseguradora para localizar comunicaciones realizadas al asegurado, a su vehículo o a su negocio.
- Documentos legales: incluyen la redacción y revisión de contratos y otros documentos legales.
- Sucesiones: defensa y reclamación de herencias.
- Defensa civil: pueden cubrir al asegurado ante las denuncias que reciba sin costes adicionales si no actúa otro seguro para hacerlo.
- Fianzas: garantizan las fianzas exigidas al asegurado en los procesos penales para obtener la libertad provisional.
- Suplantación de identidad: restauran la situación personal y de solvencia tras una suplantación de identidad, además de avisar al asegurado cuando alguien intenta usar sus datos o éstos son introducidos en un fichero de morosos y reclamar su dinero en caso de robo de identidad.
- Consumo: reclamaciones por incumplimiento de los contratos de suministros, de seguros o de cualquier otro tipo de servicios.
- Gastos judiciales: se hacen cargo de los gastos judiciales en materia de defensa penal; Defensa laboral, por despidos individuales redactan la demanda y ofrecen asistencia; Accidentes de tráfico: cuando el asegurado exija indemnizaciones por daños corporales o patrimoniales derivados de un siniestro con un vehículo a motor; Separación o divorcio: tanto para casos de mutuo acuerdo como los que se realizan de manera contenciosa además de conferir ayudas para el pago de la pensión; Tributaria: cuando la Administración Tributaria inicia un procedimiento por haber sido objeto de una liquidación paralela; Vivienda: por temas relacionados con la compra o usurpación de la vivienda, como puede ser el retraso en la entrega o la diferencia entre la vivienda ofertada y la recibida.
Existen claras diferencias entre un seguro de Defensa Jurídica y la cobertura de Atención Jurídica Telefónica, ya que esta última cubre únicamente la consulta telefónica a un abogado, mientras que la protección jurídica otorga el servicio sin límites de consulta además de otras garantías como el pago de los gastos.
Hay un seguro de Defensa Jurídica para cada ocasión, y también para cada colectivo. Así, estas pólizas pueden ser contratadas tanto por familias aplicando sus coberturas al ámbito privado, como por empresas o autónomos e incluso comunidades de vecinos. Las coberturas que se pueden contratar dependerán del tipo de tomador que suscriba la póliza.
Si se trata de un particular puede contratar desde la reclamación de daños personales hasta la prestación económica en caso de divorcio, entre muchas otras coberturas. Por su parte, en el caso de las empresas, los autónomos o los colectivos, las garantías van desde el asesoramiento jurídico y los juicios hasta la redacción de documentos legales, aunque depende de la aseguradora con la que se contrate la póliza.
El seguro de Defensa Jurídica puede ser contratado de manera específica, sin embargo, algunos seguros como el de Coche u Hogar incluyen protección jurídica como garantía adicional. De este modo, la garantía puede ser contratada como complemento del riesgo principal aunque su cobertura es más limitada y se centra en la defensa únicamente en la materia cubierta por la póliza.
En el caso del seguro de Coche garantiza la cobertura de defensa jurídica y reclamación de daños cuando los derechos del asegurado se ven mitigados en un siniestro con el vehículo. Mientras que en las pólizas Multirriesgo Hogar cubren los relacionados con los daños en la vivienda, como, por ejemplo, los ocasionados por una empresa de reformas, o la defensa civil y penal de los actos que se imputen al tomador de la póliza.
Al igual que en el resto de los seguros es muy importante revisar la póliza para comprobar las coberturas contratadas y sus límites, así como las exclusiones y sus posibles franquicias. Legalmente las cláusulas del contrato deben estar redactadas de una manera clara y precisa, por lo que su interpretación no debería causar problemas.
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